Que conste que yo he tratado de ser escueto, pero ya que Zephyr pregunta, no tengo ningún problema en contar mi vida de pé a pa...
Empecé por las lesiones, claro. Con interrupciones, pero llevo corriendo desde los 16 ó 17 años, y de eso hace más de 20... Hace 10 años estaba en la mejor forma física de mi vida: en el verano del 2001 hice dos triatlones ironman, y otras cuantas chaladuras de mucha, mucha distancia. Todo con zapatillas, claro. A pesar de que corría un montón, y que las tiradas arriba y abajo por Collserola (entonces vivía en Sant Cugat) de 2 ó 3 horas eran parte habitual de mi dieta, ya entonces sabía que si no dejaba 1 ó 2 días de descanso a mis pies entre carrera y carrera, la fascitis plantar se iba a empezar a quejar amargamente. También tuve problemas más o menos serios de tendinitis del Aquiles.
Si hacemos fast forward al 2009, a eso hay que sumarle una lesión en el disco que hay entre la última vertebra lumbar y la primera sacra. No llega a ser una hernia, pero parecido, protusión lo llaman los médicos. Y unos cuantos kilos de más, de haber tenido que ir poco a poco dejando el deporte.
Así que cuando decidí una vez más empezar a entrenar en serio, era evidente que algo iba a tener que hacer con la carrera a pie si no quería acabar en la enfermería a las dos semanas. Empecé a leer por ahí cosas sobre POSE, Chi running y la web de Barefoot Ken, y traté de aplicarlo con poco éxito, principalmente porque leyendo lo que encontré por internet no entendí demasiado bien cuál era la técnica correcta. Mi idea entonces era que aprendería el nuevo estilo y seguiría corriendo calzado, con alguna zapatilla menos acolchada de las que tenía entonces, pero en absoluto minimalista, y que lo combinaría con algún día de correr descalzo, más que nada en plan técnica de carrera. Durante ese verano empecé a caminar descalzo por casa, incluso probé alguna carrerita corta completamente descalzo por el paseo de la playa (probablemente nunca más de 1 Km con descansos entre medias) y me dediqué a tratar de reformar mi estilo corriendo. Ya he dicho que no entendí bien lo que leí, diría que corría adelantando exageradamente la cadera, y forzando el aterrizaje del pie: la cosa es que acabé con una metatarsalgia espantosa. Paré por completo, fui al médico a que me radiografiara y evaluara, y mientras esperaba las pruebas encargué en amazon los libro del Dr. Romanov y de Danny Dreyer (si le quitas la basura metafísica, creo que la descripción de la técnica más sencilla de entender y aplicar es la de Chi Running, dicho sea de paso, con ella aprendí yo). Cuando el médico me confirmó que no había nada roto y empezó a hablarme de plantillas (nunca le dije que había corrido descalzo) le dije que sí, le dí las gracias y nunca más volví por allí.
Durante ese otoño me fui haciendo cada vez más a la idea de que lo ideal era empezar a correr "de cero", comenzando muy poco a poco, y haciéndolo siempre descalzo, para fijar la técnica correcta. Cuando me puse a ello, en diciembre del 2009, mi idea seguía siendo que, eventualmente, volvería a correr casi siempre calzado, con algún día descalzo por ahí intercalado. Pero lo de correr descalzo engancha: da miedo al principio, pero engancha. Así que ya esa misma Nochevieja corrí media San Silvestre vallecana con los pies al aire, y me regalé unos fivefingers por Reyes.
Abandoné la idea de las zapatillas, pero abusé de los fivefingers y aunque sobreviví a las típicas sobrecargas de los gemelos, tres meses después estaba otra vez en la enfermería, esta vez con dolor de espalda. Otra paradita, y otro recomenzar muy despacito y descalzo del todo, que ya hacía calorcito. A finales del verano del 2010 empecé a tener problemas en el tobillo, que no sabía muy bien de dónde venían, y que volvieron a hacerme parar bastante durante el otoño/invierno. Los dolores se fueron como vinieron con reposo y adelgazando unos cuantos kilos, régimen mediante, que buena falta me hacía.
Y durante este 2011 he estado corriendo bastante seguido desde la primavera más o menos. Ultimamente estoy teniendo algunos problemas de fascitis plantar, que creo sé de dónde viene... En algún momento empecé a fantasear con la idea de que, con dos años de ir por ahí descalzo, empezaba a estar preparado para afrontar retos más ambiciosos que el paseo de la playa y carreteras con asfalto en buen estado. Así que comencé a correr descalzo por caminos más accidentados. Al principio la cosa siempre acababa con los metatarsos magullados, pero recuperándose tras unos días de descanso. Pero combinado con algunas tiradas más largas, me he ido dando cuenta de que acababa limitando bastante la pronación del pie derecho, no dejando que el peso se transmita de manera natural de fuera a adentro. Y el resultado parece haber sido la fascitis.
Ahora mismo me estoy dando un par de semanas de descanso, pero en breve volveré a empezar una vez más. En mis rutas habituales voy a alternar bastante más entre descalzo del todo y los fivefingers, y puede que incluso me haga con unas huaraches, ya os pediré recomendaciones. Y tengo que encontrar unas zapatillas con bastante más suela que lo que tengo hasta ahora para correr por la montaña, de nuevo, ya lo comentaré por aquí a ver qué pensáis. Hace poco me robaron la bici, así que hasta que ahorre para reemplazarla, lo del triatlón lo tengo en standby, y mi plan actual es intentar correr alguna media maratón, puede incluso que maratón completa, allá por la primavera que viene...