- 16 Jul 2015, 11:16
#29564
Tras nueve meses desde que decidí empezar la transición y después de participar en mi primera carrera popular, he pensado que un post reflexionando sobre mi experiencia hasta ahora podría ser útil para lectores del foro y también para recapitular esta primera etapa de transición. Por supuesto, es una experiencia individual y no es generalizable en absoluto. Pero precisamente lo que enriquece este foro es esa acumulación de experiencias individuales detalladas, que por otra parte están ausentes de los estudios científicos sobre el correr minimalista, mucho más cuantitativos y experimentales. Así que eso, aquí va:
- Resumen: empecé totalmente descalzo, aumentando un 10% la distancia recorrida semanalmente y alternando con amortiguadas. Al poco tiempo decidí abandonar las amortiguadas para centrarme únicamente en la transición y disfrutar de la sensación de correr minimalista (el correr con amortiguadas se me hacía un suplicio mientras esperaba a hacer el último tramo descalzo). Poco después incorporé sandalias, de 9 y de 5 mm, con las que a partir de entonces hice casi todos los km recorridos. Además fui gradualmente sustituyendo mi calzado diario por uno minimalista, con lo que en los últimos 6-7 meses prácticamente no he calzado zapatos convencionales. Actualmente, tras un par de parones de 3-4 semanas por molestias y una reducción del ritmo de transición, estoy corriendo unos 5 km como máximo en cada salida.
- Reflexión 1- el ritmo de transición: la principal conclusión que saco por mi experiencia es que nunca se va demasiado despacio. Más que una etapa que hay que pasar y que el cuerpo asimila de forma más o menos fácil, en mi caso el cuerpo casi siempre ha ido por detrás del esfuerzo que realiza. Ya no me acuerdo de levantarme de la cama con los pies totalmente descansados; unos días, al correr, el talón te tira o el sóleo se te carga más de lo normal; de repente aparece una molestia que hay que ir cuidando hasta que, con el tiempo, desaparece; etc. Me costó, pero al final me di cuenta de que el parar o reducir el ritmo no es necesariamente un paso atrás, sino que es darle también tiempo al cuerpo para que se adapte.
- Reflexión 2- evolución: por otra parte, cuando todo va bien las sensaciones son increíbles. Ligereza, fluidez, contacto con el terreno. La sensación de fortaleza en los pies y parte baja de las piernas, la capacidad de andar descalzo por superficies que antes no me hubiera atrevido, y los cambios físicos en los pies (separación y movilidad de dedos) son ya notables, y lo que me queda por transicionar todavía.
- Reflexión 3- molestias y asimetrías: mi transición no está siendo demasiado fluida, aunque creo que poco a poco estoy aprendiendo a gestionarla mejor. No he tenido lesiones, pero sí molestias en los pies, que en mi caso están tardando más en adaptarse que el resto del cuerpo. Curiosamente, cada pie ha respondido de manera diferente, lo que se puede deber a una cierta dismetría de piernas. Dicen que ésta no suele ser importante ya que al correr aterrizando de antepié la amortiguación del cuerpo se encarga de reducirla, pero la transición no se hace únicamente corriendo, sino caminando, y en este caso dicha dismetría sí se nota. De hecho, los problemas en el pie "débil" los noto más al caminar que al correr.
- Reflexión 4- minimalismo: ya que mi intención es correr para disfrutar y para mí el correr minimalista es despojarse de todo lo necesario, he renunciado a llevar gadgets para medir la distancia recorrida (lo hago por Google Earth al terminar), mis pulsaciones, u otras cosas que supongo que se podrán medir, a escuchar música mientras corro, e incluso a recurrir a fisios, etc. a no ser que sea absolutamente necesario. Esto hace que mi transición y rendimiento probablemente no sean muy eficientes (lo que explicaría en parte mi ritmo lento de transición), pero también creo que me ayuda a conocer mi cuerpo mejor y a disfrutar más del puro hecho de correr. (Esto no quiere decir que no planifique las salidas y no lleve un plan (flexible) de transición - a ambas cosas les doy bastante importancia.)
En definitiva, una transición lenta, sin grandes problemas pero sin un progreso espectacular. Aunque mi plan inicial era más ambicioso, estoy muy contento con el cambio conseguido y espero en las próximas semanas consolidarlo y poco a poco seguir evolucionando. Seguiré contando cómo me va, y agradeceros tanto vuestros comentarios y ánimos directos como vuestras contribuciones en otros temas, que me están siendo muy útiles para contrastar mi experiencia con las vuestras y aprender de ellas. ¡Saludos!