Correr Descalzos

Atrévete: conoce todas las experiencias de los que han decidido mejorar su técnica

Para todo aquello que queráis comentar.
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#11414
Hola a todos

Participo muy poco porque, a decir verdad, corro también bastante poco... y entre la pereza que me da escribir y el hecho de que no se me ocurren cosas que aportar... pues ya veis.

No obstante, sigo corriendo con zapatillas minimalistas, cuando lo hago (y también ando con ellas porque son muy cómodas :D ) y me gusta mucho correr descalzo, aunque lo hago demasiado poco porque algunos tramos de mis rutas habituales pueden ser peliagudos. Pasé una lesión por meterle demasiado trabajo a mis tendondes al principio pero ahora estoy contento.

Sin embargo ahora no quería hablar de correr sino compartir algunas experiencias sobre el uso de los pies descalzos y el calzado minimalista... el caso es que me fui a hacer el camino de santiago equipado solo con unas huaraches caseras y unas zapatillas minimalistas "de reserva" por si hacía frío o algo; al final debí caminar como 800 km. o así y creo que aprendí algunas cosas que quizá sea bueno compartir con vosotros.

De hecho me llevé calzado demasiado minimalista por haberlo probado en salidas demasiado cortas y con caminos no lo bastante malos. Lo que precisamente hizo el asunto interesante, porque la primera semana o diez días fue todo un experimento de cómo se adaptan los pies a condiciones extremas :o . Desde el primer día los caminos eran muy malos para este tipo de calzado por la abundancia de piedras afiladas, y no sé como será corriendo, pero pasada una frontera (15 o 20 km creo) esto empieza a ser un poco suplicio y además, cosa curiosa, cuando volvía al terreno llano notaba la sensación de que estaba pisando una y otra vez sobre la misma piedrita justo en medio de la parte anterior del pie... creo que puede ser una indicación del principio de formación de una dureza o un callo.

El caso es que llegué a pensar que igual me había pasado de listo garrafalmente y no iba a poder continuar, pero la capacidad de recuperación de mis pies a la larga me dejó pasmado: pasados los primeros 3 días no era tan malo; tras una o dos semanas me había acostumbrado hasta el punto de notar solo unas molestias que puedo considerar razonables para alguien que, por primera vez, se dedica a recorrer a pie más de 20 o 30 km diaros (nunca corrí más de 15 km seguidos, y nunca andé más de dos días seguidos grandes distancias). Sobre todo eran unos primeros pasitos de pingüino por las mañanas justo al levantarse hasta que en un minuto se calentaba el pie, lo que supongo que indica que con tanta paliza estaban algo hinchados. Podía ser un poco peor algún día con caminos realmente muy malos, pero creo que no ha sido una molestia por encima de la media en la gente que hacíamos el camino (¡casi todos tenían sus problemillas de tanto andar!).

Creo que aprendí un poco el modo de caminar que resulta más suave para mis pies, y como caminar de diferente forma en distintos terrenos, pero definitivamente el mismo pie se adaptó.

Y la contrapartida de esto... diría que hubo dos:

- primero: me libré de la plaga más temida por los peregrinos; las ampollas en los pies. Nunca tuve, excepto una pequeña en un dedo (creo que algo torcido por efecto del calzado convencional) que no estoy seguro de que fuera realmente una ampolla, sino solo piel hueca, levantada. En todo caso apenas me molestó y desapareció tras pincharla. El caso es que en mi experiencia las ampollas solo salen cuando hay un rozamiento realmente fuerte (como correr descalzo por según que superficies sin una técnica exquisita) o cuando hay una combinación de rozamiento con calor y sudor. Por eso los huaraches resultan ideales para ello. A los míos les añadí una fina plantilla de piel casera, agujereada para mayor ventilación, y funcionó a las mil maravillas, pues con la goma sudaba en el momento que dejaba de andar, pero con la piel nada de nada :)

- segundo: yo diría que se notó el entrenamiento de mis pies... tuve muchas menos oportunidades de descalzarme de las que suponía, pero un día que se rompieron mis huaraches y el camino era liso, un tipo que me acompañaba me sugirió que si me gustaba caminar descalzo ese era el momento... y ¡valla, disfruté de lo lindo! hice quizá un km o más por ese camino liso y luego llegaron 5,5 Km de subida con un camino cada vez más bacheado... ¡fui el primer sorprendido al ver que podía continuar sin problemas! creo que no hubiera podido ir por ese camino tres semanas antes, o no con esa facilidad.

Lamentablemente el frío y la lluvia, y luego algunos problemas en la pierna que ocuparon mi atención, me disuadieron de continuar con esos experimentos. Pero puedo decir que ciertamente la adaptabilidad del pie puede sorprender... y también puedo decir, por otra parte, que aún después de eso hay tramos que parece casi imposible ir por ellos andando, y en especial me sorprendió lo terrible que es pisar cierto tipo de grava de carretera, que creo debe estar más afilada que la mayoría de los cristales que te puedes encontrar por la calle :mrgreen: . Creo que no es una superficie natural y es difícil que el pie pueda adaptarse a eso, porque en la naturaleza no puede ser común que haya gran cantidad de fragmentos de piedra pequeños y relativamente recientes (afilados) sobre una superficie tan dura y lisa.

Finalmente no saqué callos, solo un pelín casi imperceptible de dureza en medio del antepie izquierdo... ¡Ah! y no se trata solo de las suelas; hacia los últimos días noté que dolía un poco la parte del puente cercana al talón; debí de castigarla mucho o no estirar los arcos lo bastante; hay que tener cuidado con eso, pero me fue bien.

Y algunos apuntes sobre el calzado:

Una lección obvia que sin duda la mayoría conoceis, es no hacer los agujeros de los huaraches muy cerca del borde... ¡parecía imposible que la cuerda rompiera esa goma tan correosa, pero lo hizo!

Usar un simple cordón de zapatos siempre me fue bien para correr (solo una vez, al cabo de, creo yo, muchas salidas, se rompió el cordón) pero por algún motivo, quizá simple volumen de Km, en el camino se me rompió unas cuantas veces la cuerda por la parte contigua al nudo (que roza con la suela). De hecho me parece que al menos una parte del camino acostumbraba a romperse cada dos o tres días, lo que no son tantos Km. Pensé que la solución serían cordones de piel hasta que he leído en un blog que se puede reforzar la parte contigua al nudo con cinta americana.

He observado que para poner las plantillas de piel no hace falta pegarlas, pues se quedan siempre en su sitio simplemente con la sujeción de la cuerda, y creo que, aunque parezca sorprendente, puede pasar lo mismo si se usan dos planchas de goma (¿quizá para correr fuera diferente?). Es más, diría que es mejor no pegar las plantillas de piel, porque si se rompen o desgastan por una parte, como me pasó a mí, pueden retirarse y sustituirse.

Definitivamente, es prudente llevar suela de más de 4 o 5 mm. cuando vas a andar más de 20 o 30 Km diarios sobre todo tipo de terreno, incluyendo muuuchas piedras. Y personalmente yo no vería mal añadir "amortiguación" aunque tendría que probarlo (me refiero a algo como una plantilla de las vivobarefoot): puede que resulte un alivio para el pie, muy castigado tras Km de rocas, tener un pelín de superficie blanda cuando pise algo liso. En todo caso diría que la suela de un huarache no puede pasar del cm o se pierde el concepto, pero 6 cm de goma y 3 de plantilla podría estar bien. Depende mucho de la adaptación, supongo.

En todo caso, los huaraches funcionan: después de recorrer lo menos 500 Km con ellos por todo tipo de caminos, en general han sido un calzado bien práctico, que evita las ampollas, hace trabajar al pie de forma natural y lo protege. Y su sencillez afortunadamente hace que sean fáciles de reparar. Y algunos tramos de bajada bastante escarpada los hice corriendo, por diversión, y fue... emocionante. Tramos muy cortos, que iba con mochila :)

Naturalmente, mucha gente quedó muy sorprendida con mis huaraches, muchos me preguntaban y dos o tres hasta me hicieron fotos :P. En el camino vi literalmente cientos de peregrinos, pero solo dos aparte de mí llevaban calzado minimalista: VFF's en su caso.
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las sandalias del peregrino: hechas un cristo, tras ser desgastadas, rotas, reparadas, vueltas a romper y a reparar... la cuerda roja es un repuesto y resultó inutilizable por el volumen excesivo del nudo, y los últimos días iba solo con las Vivo.
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observad que la goma del talón acaba en punta: ¡casi ha desaparecido por el desgaste!

Perodón por poner un tocho como este y ni siquiera hablar de correr :oops:, me pareció un buen test para calzado minimalista en cualquier caso y... que demonios, quería contar a alguien alguna de mis peripecias :lol:

Saludos
#41819
Felicitaciones por haber completado el camino, al verdad se necesita muchísima preparación física y mental para realizarlo y es importante estar preparado incluso en cuestiones tan simples como lo es el calzado.

Yo hace dos años completé el camino también (a pie), y me guié por internet un poco sobre qué debía o no llevar e incluso cuáles serían las zapatillas correctas. encontré muchas cosas interesantes, como que lo mejor era llevar zapatos acolchados, con por lo menos dos semanas de uso, lenguetas acolchadas... suela de goma... etc etc.

Lo mejor es que tuve una buena experiencia, lo hice desde roncesvalles y... la verdad quiero volver a realizarlo!!

La fuente donde encontré esa info fue (para quienes estén interesados y quieran documentarse un poco más): http://viajecaminodesantiago.es/el-calz ... -santiago/