- 18 May 2019, 18:04
#43058
Bendita casualidad!
Soy Javier, tengo 24 años y hace mes y medio que mi vida cambio, sin exagerar. Llevo corriendo desde los 14 años de forma esporádica y totalmente amateur, me ayuda a relajarme y a pensar. Todo iba bien hasta julio de 2018 cuando en el camino De Santiago decidí doblar etapas y no escuchar a mi cuerpo. Así, llegué al albergue cojeando y maltrecho, un ibuprofeno, agua fría y al día siguiente a seguir andando. Solo me dolía cuesta abajo, creo que prefería subir el Teide antes que bajar una cuesta de 10 metros pero por entonces todavía no sabía lo que era la cintila ileotibial (pasaría a ser compañera de viaje durante bastante tiempo).
A la vuelta a Valencia decidí que ya que había mejorado mi estado de forma era un buen momento para correr mi primer medio maratón, así que me inscribí y con toda la ilusión me calcé mis zapatillas para salir a entrenar. A los 3km sentí como si la rodilla se me hinchase, un dolor sordo que iba a hacer estallar mi articulación. Pensé que quizá no había descansado suficiente todavía y deje una semana más de reposo.
Al volver a intentar correr otra vez las mismas molestias en el mismo kilometro...que raro. Me animé a ir a un clínica de fisioterapia donde trabajaba una conocida, en resumen carrera por intervalos y algún ejercicio de fortalecimiento, OK. Volví al mes por volver con molestias ahora a los 5km y me dijo lo mismo, al menos insistía en que la articulación estaba bien y volver a correr tarde o temprano, menos mal se me disipó la idea de la media maratón.
Un día de casualidad en el trabajo un compañero me dijo que tuvo el mismo problema y fue a una podóloga, unas plantillas y arreglado. La buena mujer me sacó todos los defectos que yo no sabía qué tenía: isquiotibial acortado, pies en garra, mal apoyo...tela, me hice las plantillas y otra vez a correr (ya estamos en enero de 2019)
Volví a correr llegando incluso a los 8km pero las sensaciones no llegaban a ser buenas, siempre con alguna molestia. Cambié de fisio y aquí COMIENZA LO INTERESANTE, este fisio me puso a correr en la cinta y me grabó a cámara lenta, se veía perfectamente como mi pierna caía totalmente extendida y eso un par de veces se aguanta pero llegados a un punto mi rodilla decía basta. Me habló de un amigo suyo que había sacado unas zapatillas con Drop negativo, así podría evitar pisar tan duro.
De forma consciente pensando en el video cambie mi técnica de correr todavía con zapatillas amortiguadas, pero empecé a interesarme y leer sobre el Drop. Parecía lógico que un menos Drop podía ayudarme a pisar en flexión y absorber mejor el impacto. A principios de abril, paseando por Valencia me topé con la tienda Natural Running, dude en entrar pero me decidí. Estuve un rato hablado con su propietario, viendo videos de pisada, hablando de la técnica y e lleve una Merrell de transición, drop 0 con 14 mm de suela.
Comencé a entrenar poco a poco, pero me duró una semana, llevaba meses con un animal encerrado dentro de mi pidiendo correr. A la semana pasé a correr unos 8km a días alternos con mejores tiempos que nunca, mi gemelos se resentían a veces pero dos días de descanso y solucionado, mi rodilla decía algo pero poca cosa. No pretendía currarme en un mes así que tampoco le di mucha importancia.
A las dos semanas una amiga me dijo de correr una 5k y me atreví, fue toda una victoria. Mejores sensaciones que nunca y rodeado de corredores, así me aficioné por las carreras populares y fui subiendo, teniendo como meta la media maratón de octubre.
Recientemente estrené mis primeras huaraches solo mes y medio después de abandonar el calzado amortiguado y fue bien hasta el km6 cuando me miré mis pies y estaba sangrando, no eran ampollas es que me faltaba la piel directamente.
Hoy estaba inscrito a una 15k a la que no me presento, he estado desoyendo todos los consejos, saltándome la transición y esta semana han vuelto viejos fantasmas de mi rodilla y el tibial anterior me ha pedido unas vacaciones.
Necesitaba desahogarme y mi novia que dejase de hablarle solo de correr y de minimalismo. He decidido tomarme el fin de semana libre y el lunes, descansado ponerme mis huaraches y comenzar desde abajo, subiendo muy poco a poco. Confío en el minimalismo y en el arte de hacer que menos sea más.
Espero que tantas letras le sirvan a alguien además de a mi, gracias por vuestro tiempo
Un saludo!!
Soy Javier, tengo 24 años y hace mes y medio que mi vida cambio, sin exagerar. Llevo corriendo desde los 14 años de forma esporádica y totalmente amateur, me ayuda a relajarme y a pensar. Todo iba bien hasta julio de 2018 cuando en el camino De Santiago decidí doblar etapas y no escuchar a mi cuerpo. Así, llegué al albergue cojeando y maltrecho, un ibuprofeno, agua fría y al día siguiente a seguir andando. Solo me dolía cuesta abajo, creo que prefería subir el Teide antes que bajar una cuesta de 10 metros pero por entonces todavía no sabía lo que era la cintila ileotibial (pasaría a ser compañera de viaje durante bastante tiempo).
A la vuelta a Valencia decidí que ya que había mejorado mi estado de forma era un buen momento para correr mi primer medio maratón, así que me inscribí y con toda la ilusión me calcé mis zapatillas para salir a entrenar. A los 3km sentí como si la rodilla se me hinchase, un dolor sordo que iba a hacer estallar mi articulación. Pensé que quizá no había descansado suficiente todavía y deje una semana más de reposo.
Al volver a intentar correr otra vez las mismas molestias en el mismo kilometro...que raro. Me animé a ir a un clínica de fisioterapia donde trabajaba una conocida, en resumen carrera por intervalos y algún ejercicio de fortalecimiento, OK. Volví al mes por volver con molestias ahora a los 5km y me dijo lo mismo, al menos insistía en que la articulación estaba bien y volver a correr tarde o temprano, menos mal se me disipó la idea de la media maratón.
Un día de casualidad en el trabajo un compañero me dijo que tuvo el mismo problema y fue a una podóloga, unas plantillas y arreglado. La buena mujer me sacó todos los defectos que yo no sabía qué tenía: isquiotibial acortado, pies en garra, mal apoyo...tela, me hice las plantillas y otra vez a correr (ya estamos en enero de 2019)
Volví a correr llegando incluso a los 8km pero las sensaciones no llegaban a ser buenas, siempre con alguna molestia. Cambié de fisio y aquí COMIENZA LO INTERESANTE, este fisio me puso a correr en la cinta y me grabó a cámara lenta, se veía perfectamente como mi pierna caía totalmente extendida y eso un par de veces se aguanta pero llegados a un punto mi rodilla decía basta. Me habló de un amigo suyo que había sacado unas zapatillas con Drop negativo, así podría evitar pisar tan duro.
De forma consciente pensando en el video cambie mi técnica de correr todavía con zapatillas amortiguadas, pero empecé a interesarme y leer sobre el Drop. Parecía lógico que un menos Drop podía ayudarme a pisar en flexión y absorber mejor el impacto. A principios de abril, paseando por Valencia me topé con la tienda Natural Running, dude en entrar pero me decidí. Estuve un rato hablado con su propietario, viendo videos de pisada, hablando de la técnica y e lleve una Merrell de transición, drop 0 con 14 mm de suela.
Comencé a entrenar poco a poco, pero me duró una semana, llevaba meses con un animal encerrado dentro de mi pidiendo correr. A la semana pasé a correr unos 8km a días alternos con mejores tiempos que nunca, mi gemelos se resentían a veces pero dos días de descanso y solucionado, mi rodilla decía algo pero poca cosa. No pretendía currarme en un mes así que tampoco le di mucha importancia.
A las dos semanas una amiga me dijo de correr una 5k y me atreví, fue toda una victoria. Mejores sensaciones que nunca y rodeado de corredores, así me aficioné por las carreras populares y fui subiendo, teniendo como meta la media maratón de octubre.
Recientemente estrené mis primeras huaraches solo mes y medio después de abandonar el calzado amortiguado y fue bien hasta el km6 cuando me miré mis pies y estaba sangrando, no eran ampollas es que me faltaba la piel directamente.
Hoy estaba inscrito a una 15k a la que no me presento, he estado desoyendo todos los consejos, saltándome la transición y esta semana han vuelto viejos fantasmas de mi rodilla y el tibial anterior me ha pedido unas vacaciones.
Necesitaba desahogarme y mi novia que dejase de hablarle solo de correr y de minimalismo. He decidido tomarme el fin de semana libre y el lunes, descansado ponerme mis huaraches y comenzar desde abajo, subiendo muy poco a poco. Confío en el minimalismo y en el arte de hacer que menos sea más.
Espero que tantas letras le sirvan a alguien además de a mi, gracias por vuestro tiempo
Un saludo!!
¿por qué correr? ¿por qué descalzo?