- 09 Abr 2013, 18:10
#17149
Me he encontrado este libro en la web. Le he echado un vistazo y es bastante curioso, es el minimalismo llevado al extremo y tiene sus sentido.. a ver si con más tiempo lo leo entero con calma. Me ha hecho gracia lo siguiente:
http://webs.uvigo.es/consumoetico/texto ... alista.pdf
Y luego sabes de gente que tiene 3, 4 pares de zapatillas.. de hecho yo, tengo dos pares de sandalias.. unas gruesas de 15mm y otras de 5mm.. en fin..100 cosas
Una persona no puede relacionarse con un grupo de más de 150 individuos. Después de este punto empiezas a ver expresiones confundidas que dicen “Ay, recuerdo tu cara, pero se me ha escapado tu nombre”. Esta es la ley de Dunbar.
Creo que este número también es válido para las cosas.
Tan pronto te pases de tener más de 150 cosas, empiezas a perder tus gafas. No te acuerdas lo que estaba en esta caja, a no ser que le hayas puesto un adhesivo y lo estás mirando.
Puse esta teoría en práctica en Julio del año pasado. Simplemente regalé las cosas que poseía hasta llegar a tener solo 100 cosas.
Sentí la diferencia inmediatamente. No solo sabía donde estaban todas mis cosas (mi segundo par de calcetines rojos, sucios, por debajo de la camiseta gris, también sucia). También me di cuenta de que ya no me preocupaba tanto por ellas.
Como sabía donde y como están mis cosas, ya no gastaba tiempo limpiando y ordenando todo o intentando no perder mis cosas.
Podía poner todo dentro de mi mochila, cambiando de esta forma la definición de hogar. Mi hogar era cualquier lugar donde yo y mis cosas estaban en cualquier momento.
Cuándo volé a Portland en Agosto 2009, mi hogar estaba conmigo. Cuando subí al tren para Chicago, mi hogar estaba conmigo.
“Cien cosas” tienen mucho sentido cuando pensamos en la evolución de la raza humana. Hasta hace más o menos 100 años, la mayoría de nosotros no se podían permitir tener más de 100 cosas, así que nunca desarrollamos la capacidad mental de como poseer tantos objetos.
Desarrollamos la necesidad de tener casas enormes llenas de objetos cuando las fábricas empezaron a producir más cosas de las que necesitamos – necesitaban que compráramos más y así lo hicimos.
Piensa con cuantos objetos se equipa un cazador/recolector para ir al bosque. Muchos menos. Y eso le deja la capacidad mental esencial para conseguir hacer el trabajo.
Cuando tengas 100 cosas, ya no pasarás cada fin de semana haciendo las tareas domésticas.
En vez de esto puedes utilizar tu tiempo para educarte a ti mismo, escribir la estrategia de tu negocio, leer un buen libro o acostarte en el césped de un parque.
Las posibilidades son infinitas. Simplemente tienes que dejar de comprar y donar la mayoría de tus cosas.
http://webs.uvigo.es/consumoetico/texto ... alista.pdf